Satergraf celebra su 25 aniversario

Satergraf celebra su 25 aniversario

El fabricante de etiquetas autoadhesivas Satergraf cumple 25 años. El aniversario coincide con una ampliación de sus instalaciones, ubicadas en el polígono industrial Santa Margarida de Terrassa, Barcelona. 

De la mano de Bartomeu Bayo y Lluis Busquets, actuales gerentes, Satergraf inició su andadura en el mercado allá por 1991, con tan sólo una máquina plana. Desde entonces, su evolución ha sido imparable. En el transcurso de estos 25 años, la compañía ha sabido consolidarse en la industria de la etiqueta aportando calidad y servicio, siempre apoyándose en las últimas y más avanzadas tecnologías de impresión. Los 10 años de experiencia en la impresión digital, una apuesta que se inició cuando esta tecnología prácticamente daba sus primeros pasos, son buena prueba de ello.

¿Qué mejor manera que celebrar una fecha tan señalada que ampliando sus instalaciones? Se trata de una nave industrial de 1.800 metros cuadrados, adyacente a la actual ubicación, que se sumarían a los 1.500 ahora disponibles. Los crecimientos que año tras año experimenta la empresa ya la han obligado a cambiar de ubicación hasta tres veces y con la nueva ampliación Satergraf se asegura una moderna y espaciosa planta para seguir creciendo y poner en marcha sus numerosos proyectos.

Además de su principal actividad como fabricante de etiquetas adhesivas, tanto blancas como decorativas de todo tipo, sleeve, DIN A4, etiquetas dobles y multipágina, tickets, sachets y etiquetas de seguridad, Satergraf también ofrece un servicio de diseño y preimpresión, orientando al cliente tanto en lo relativo a la creación del diseño como en la elección los materiales y acabados disponibles. Asimismo, Satergraf ofrece otro servicio de venta de maquinaria para la aplicación de etiquetas autoadhesivas y sleeve y de impresoras para la reimpresión o marcaje de las etiquetas que desee personalizar el cliente.

La alimentación ocupa el 35% de las ventas de Satergraf, seguido de la industria farmacéutica (25%), bodegas (15%), cosmética (15%) y electrónica (10%). Los planes de Satergraf pasan por potenciar aquellos mercados en los que se requiere una etiqueta de mayor valor añadido y que la empresa ha identificado como farmacia, bodegas y cosmética. En palabras de Salvador Bayo, responsable de preimpresión de Satergraf, “tenemos proyectadas una serie de inversiones encaminadas a dar respuesta a los requerimientos de estos sectores en cuanto a calidad y certificaciones. Creemos que en estas áreas nuestra calidad nos puede abrir puertas a nivel comercial y vamos a apostar por fortalecerlas, sin olvidar que la alimentación es nuestro principal cliente, pero es un sector muy castigado por la excesiva competencia”. De hecho, los primeros pasos en inversión de maquinaria ya se han realizado con la adquisición de dos equipos serigráficos que permitirán un mayor abanico de acabados de calidad para etiquetas de vino, en mundo en el que la calidad es una obligación. “Estos tres sectores son los que más cuidan la imagen y la calidad de la etiqueta y nosotros somos una empresa que siempre se ha regido por una filosofía basada en la calidad y el servicio”, añade Salvador Bayo.

Crecimientos de dos dígitos

¿Cómo se sitúa la compañía después de los duros años de crisis económica? Satergraf ha apostado por la calidad desde sus inicios, yendo siempre a la vanguardia en tecnología y pasando por diversos tipos de maquinaria acorde a su época. Uno de los hitos en la trayectoria de la compañía es la inmersión en el mundo digital, de la mano de HP, desde hace 10 años. “Nuestra apuesta fue decidida y hoy diría que somos punteros en impresión digital de etiquetas autoadhesivas. Hemos pasado lo peor de la crisis económica y salimos reforzados en esta convicción”, afirma el responsable de preimpresión. Las cifras avalan estas declaraciones: desde sus orígenes, Satergraf siempre ha incrementado las ventas, incluso en los años más complicados por la situación económica. De hecho, en los dos últimos ejercicios, los crecimientos han sido del orden del 20%.

Todo ello demuestra la capacidad de adaptación de la empresa de Terrassa a un mercado que ha cambiado considerablemente. Ahora, los pedidos son mucho más variados, cortos y enfocados a la calidad; toda la inversión en tecnologías no ha sido sino un constante ajuste a la realidad del mercado. Satergraf dispone de cuatro rotativas flexográficas de gran ancho y de entre cinco y ocho colores para atender los grandes volúmenes, 2 maquinas de acabado, serigrafia plana y rotativa y tipografia pero la tecnología digital les ha acompañado y ayudado en este proceso de adaptación a las necesidades de las marcas.

Como decíamos, una de las líneas de futuro de Satergraf pasa por potenciar áreas de negocio concretas. Debido a la gran competencia que hay en el mundo de la etiqueta, “en Satergraf creemos que hay que especializarse en la fabricación de algún producto o sector concreto, puesto que en España siempre se ha pensado en comprar maquinaria muy equipada para poder hacer cualquier tipo de etiqueta”. “Es cada vez más complicado detectar donde están las oportunidades”, prosigue Salvador Bayo, “pero para nosotros están en especializarse en algún tipo de etiqueta concreta y no intentar abarcarlo todo, ya que así conseguimos ser más competitivos”.

Lo cierto es que Satergraf, en el mercado, cuenta con 10 años de “ventaja digital”. En estos momentos, en los que los fabricantes de etiquetas que disponen de impresión digital son todavía un pequeño porcentaje, hasta cuatro prensas digitales de HP han pasado ya por las diferentes instalaciones de Satergraf, siendo siempre sustituidas por las versiones más modernas y equipadas, lo que ha dotado a la empresa de una gran experiencia y conocimiento en este campo y que le otorgan, junto a la calidad y al servicio que siempre ha marcado su trayectoria, todo un valor diferencial.

Artículo publicado en INFOPACK

Satergraf equipo dirección

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